18 de enero de 2025

El pueblo haitiano vive momentos muy difíciles

El gobierno del presidente Danilo Medina ha mantenido una política de mucha prudencia frente a Haití, al extremo de que se ha ganado el odio de los que quieren que se construya un muro en la frontera, pero ha descuidado su reputación frente a los abusos de malhechores de Haití.

Grupos de malhechores haitianos han estado llegando a “tierra de nadie”, una franja dominicana que colinda con la parte haitiana y en la cual, al parecer, fueron retenidos durante dos horas varios prominentes médicos y sus acompañantes en viajes de aventura en motos.

El gobierno resbaló cuando se denunció el caso por la emisora Z-101. En lugar de repudiar el hecho, tardíamente ordenó una investigación a cargo del Ejército de la República Dominicana, ya que dos soldados de ese cuerpo contemplaron la acción de los haitianos y no intervinieron.

Esa lentitud de las autoridades, particularmente del ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Rubén Paulino Sem y del de Interior y Policía, José Ramón Fadul, se nota con frecuencia cuando se producen abusos contra los civiles especialmente por parte de la Policía Nacional.

Con brutalidad

La Policía, se ha dicho antes, ha llegado a niveles de brutalidad comparables con los de las peores jefaturas durante los 12 años de gobierno de Joaquín Balaguer, época en la cual señoreaba el famoso teniente Juan María Arias Sánchez, el que mató al periodista Gregorio García Castro. La parte alta de la ciudad era terreno suyo.

Paulino Sem, al conocer el hecho, ordenó al J-2 de su institución y al G-2 del Ejército Nacional hacer una investigación sobre las denuncias, cuyo portavoz fue el reconocido médico Pedro Ureña.

La investigación no se ha dado a la publicidad, pero sí comentarios del oficial.

Lo que había dicho originalmente el doctor Ureña era que un grupo de haitianos lo acorralaron a él y compañeros y los mantuvieron retenidos, al parecer para pillar sus motos, dentro de territorio dominicano y en presencia de dos soldados del Ejército.

¿Mintió el doctor Ureña?
A menos que se acuse al doctor Ureña de mentir, es obvio que los soldados no intervinieron aunque estaban bien armados para imponer el orden, ya que el incidente se producía en el territorio dominicano, y para eso estaban por la frontera en su patrulla.

El ministro Paulino Sem pudo haber sido tachado de cínico cuando declaró el pasado jueves que los soldados, que señaló el doctor Ureña que estaban presentes, “cumplieron con su deber”, lo que deja en el entorno de la mentira la denuncia del médico especialista en cardiología.

“Los militares apostados en la frontera hicieron su trabajo. Si nos damos cuenta, los médicos no tienen ni siquiera un arañazo. O sea que nuestros soldados hicieron su trabajo… hicieron su trabajo”. En ningún momento se refirió a la investigación que ordenó.

Ante esas declaraciones, el doctor Ureña, que al parecer no fue tomado en cuenta en la investigación dijo: “Luego de ver las declaraciones de nuestro ministro, rectifico. Gracias a nuestro Ejército por su valiente defensa de nuestro grupo. Propongo una medalla al valor demostrado y exhorto a todos los dominicanos a visitar esa zona tan bien protegida”. Ironía cardiológica.

Ayer, el jefe del Ejército, mayor general Gonell, dijo que están avanzadas las investigaciones sobre el incidente de la frontera entre la turba y los médicos dominicanos que hacían turismo de aventura. Se preguntaría cualquiera: ¿para qué si el ministro adelantó las conclusiones?

A la reputación del gobierno del presidente Medina le hace daño que ocurran tantos incidentes en que agentes policiales, y a veces también militares, muestran la brutalidad que cubren esas instituciones, sobre todo la primera. Incorregible institución.

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