16 de enero de 2025

El significado del festejo de Cristiano Ronaldo ante España

SOCHI, RUSIA – ¿Esa celebración en la cual se frotaba el mentón? Es una referencia a una cabra, que en inglés significa “goat”. Mejor dicho, se estaba refiriendo al G.O.A.T: Greatest of All Time (El más grande de todos los tiempos). Y si bien algunos, con toda razón y argumentos, debatirán su estatus dentro de la granja, noches como la de ayer nos recuerdan que no debemos dudar de sus méritos para formar parte de la lista de candidatos a semejante honor.

 Sergio Ramos lo había dicho poco más de 24 horas antes del inicio del cotejo, cuando se le preguntó como detendría a Cristiano Ronaldo. “Pues no lo sé… Sólo espero que no tenga uno de sus mejores partidos contra nosotros”.

La profecía de Ramos no se cumplió. Este fue el mejor partido de Cristiano (por lo menos, su mejor en un Mundial) y en ciertas formas, su cotejo más importante, porque definió de forma precisa otra evolución en una carrera que le ha visto adaptarse y mutar con tanta regularidad como Lady Gaga. Durante su carrera, ha pasado de ser un extremo con pies alados que nunca disparaba al arco, a un cañonero desde todas partes del arco, pasando por súper potencia, hasta ser un delantero centro más o menos tradicional, o como ustedes quieran denominar lo que Fernando Santos había diseñado para él en Sochi.

 Hemos visto sus hazañas con el Real Madrid y, antes de llegar a la Liga española, con el Manchester United. Pero no hace falta decir que una cosa es lograr algo semejante con una constelación como actores de reparto y otra muy distinta es asumir la carga a tus espaldas de un equipo en plena transición generacional como este, frente a una de las mejores selecciones nacionales del mundo.

 En el papel, era uno de dos atacantes centrales en una formación 4-4-2, aunque eso se asemeja a decir que Bruce Springsteen es un vocalista y guitarrista de la E Street Band. Santos, el hombre quien le dio lienzo y pintura (Cristiano siempre carga su propio pincel) alineó al engañoso Goncalo Guedes como su lámina. Más acostumbrado a ser alero, la labor de Guedes era la de aportar una amenaza detrás de su compañero estrella y poder cruzar entre Gerard Piqué y Ramos, para así crear espacio para Ronaldo y a la vez, volver a caer en el mediocampo para así asegurarse de que William Carvalho y Joao Moutinho no fueran superados por el trio español en el medio.

 Cero presiones, pues.

 “Creo que Guedes y Cristiano se complementan”, afirma Santos. “(Guedes) tuvo dos buenas oportunidades para anotar, creó uno de los goles, ayudó en el mediocampo, ayudó a Cristiano”.

 Aunque realmente, siempre sabíamos que se iba a tratar de hacer una masa con migas. Portugal sabía que España poseería el balón en mayor cantidad de ocasiones. Lo único que podían hacer era esperar alguna brecha, esperando que pudieran detectar algún espacio abierto antes de que éstos lo cerraran e ir a por él de la mejor forma posible. En ese sentido, Cristiano no tiene parangón.

 “A este nivel, todo depende de los detalles”, dijo el seleccionador español Fernando Hierro. “Y en ocasiones, él te hace pagar caro”. No sabemos si se refería al propio Satanás o a Cristiano.

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